Honorio sin honor multiplica las tortas, no los peces ni los panes.
Honorio el legionario estúpido hace de maestro en nuestra escuela.
Honorio el bruto, el cafre bárbaro que se ensaña,
quiere enseñar las tablas de multiplicar a tortas.
Ay, Honorio, animal y cruel, sólo quedará de ti
este multiplicado y execrable recuerdo.
Debe estar conectado para enviar un comentario.