Morada final
como un llamado de arena a las puertas de mi noche
te apareces en el nudo tenso de mi memoria
con tu ajado atuendo de niña herida
para cavar mi tumba final debajo de tu corazón
ALEA EIACULATA
Morada final
como un llamado de arena a las puertas de mi noche
te apareces en el nudo tenso de mi memoria
con tu ajado atuendo de niña herida
para cavar mi tumba final debajo de tu corazón
El nudo de salomón era en realidad un laberinto.
Ahora ya no era el acróbata. Yacía muerto. Estaba avisado, pero, a pesar de todo, no quiso dejar de hacer su gran número. Últimamente, él mismo lo sabía. Ya no era el Balder de otras veces. Se acercaba su crepúsculo y lo sabía. ¿Cómo morir sin las botas puestas? Tenía que seguir haciendo la inversión. Hasta que se convierta en nudo: el nudo del ahorcado.
Para atar las palabras no hay nada como nudo & moño.