Si el universo es infinito, no existió un big bang, sino una pulsión acelerada de todo o una parte del universo, la que somos capaces de percibir o conocer. Sería más acertada la idea del eterno retorno, que además reafirmaría la idea de infinito espacio-temporal. La idea de una creación del universo desde la nada contradice la propia idea de infinito.
Dado que tenemos constancia de que existen sucesiones que tienden a infinito dentro del infinito número de sucesiones que tienden a infinito, el infinito no puede ser una suposición matemática únicamente sino una realidad incontestable.
Es decir, si tenemos infinitas pruebas de la existencia del infinito, no podemos negar la existencia del infinito, ni del eterno retorno, ni de infinitos universos paralelos y ni siquiera de la existencia de infinitos Dioses.
Si el universo es infinito, no existió un big bang, sino una pulsión acelerada de todo o una parte del universo, la que somos capaces de percibir o conocer. Sería más acertada la idea del eterno retorno, que además reafirmaría la idea de infinito espacio-temporal. La idea de una creación del universo desde la nada contradice la propia idea de infinito.
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Dado que tenemos constancia de que existen sucesiones que tienden a infinito dentro del infinito número de sucesiones que tienden a infinito, el infinito no puede ser una suposición matemática únicamente sino una realidad incontestable.
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Es decir, si tenemos infinitas pruebas de la existencia del infinito, no podemos negar la existencia del infinito, ni del eterno retorno, ni de infinitos universos paralelos y ni siquiera de la existencia de infinitos Dioses.
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Tanto matemática como físicamente es posible explicar todo como las permutaciones infinitas de un elemento y su negación.
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