TAU entra en un recinto lleno de médicos, políticos y clase dirigente. LUCIFER, un Detritor soberbio, negro, desnudo y musculoso con corona de diamantes y alas de murciélago está fustigándoles a todos.
Lucifer deja a TAU en los huesos y le echa de nuevo a la antesala.
LUCIFER
¿Tú que haces aquí? ¡Largo de mi vista, pía rata!
TAU se queda solo y es lanzado por los Detritor a una puerta con el relieve de una profunda sima y que pone «Hodínica».
Va cayendo en el vacío hasta una mazmorra calcinante donde lo dejan encerrado.
TAU
¡Aaaaah!