En el kyinooka es responsabilidad del lector completar el significado o interpretación final que ha de dar a la variación con la que se encuentra en un momento dado, no sólo por cuestiones connotativas o denotativas, como en cualquier otro poema, sino porque debe acabar de poner la puntuación (omitida intencionalmente por el autor) para establecer el significado final o hallazgo poético particular o del momento. Es incluso deseable que el lector establezca, si es posible, sus propias variaciones, bien sea añadiendo la puntuación al poema o usando formas variables de las palabras (plurales, terminaciones, conjugaciones verbales, etc.) que contiene el poema que se está leyendo.