Escuchad, muertos antiguos:
mientras prodigan romances ingeniosos,
reanudemos nuestro espiritual y desinteresado viaje
de olvidados náufragos que, como sucios ángeles,
sollozan en el oscuro y transitado pasillo
de la brutal y predadora prisión de nuestros huesos…
MEM

… y en las tinieblas se escuchó un jajaja sardónico…
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