Las palabras en cursiva nos avisan de su carácter enajenado; las negritas de su carácter fuerte de mulatas; las MAYÚSCULAS de su grito de superioridad aria y las normales o redondas de su mediocridad o flatulencia. Las subrayadas, en cambio, se suben a un pedestal por sus MAYÚSCULAS aspiraciones, aunque las más de las veces acaban enajenadas.
Y las de doble tachado? De su distinción? De su reclusión?
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Matias, la respuesta en el siguiente post.
Salud!
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